Domingo, 9 de Febrero de 2014
Hora: 9 de la mañana
Dificultad: Media
Tiempo estimado: 5 horas
ACLARACIONES y RECOMENDACIONES
- Es necesario inscribirse, con 24 horas de antelación, en los teléfonos o en el correo de la Asociación.
- Rogamos puntualidad, quedamos a las 9 para salir, no para desayunar.
- Nuestras caminatas son gratuitas y voluntarias.
- Están dirigidas a aficionados-as como nosotros.
- Cada persona participante es responsable de sí misma.
- No se ofrece ningún tipo de seguro que pueda incluir rescate en caso de accidente.
- Se sugiere llevar agua, ropa y calzado adecuados y algo de comida.
- Los tiempos marcados en cada ruta son orientativos.
- El punto de encuentro es el domicilio de la Asociación.
- Saldremos en coches compartidos, que voluntariamente ofrecen algunos-as de los-as asistentes.
- El ritmo de la caminata lo marcará las condiciones del grupo así como la dificultad de la misma.
- Esta es una actividad para disfrutar, compartir y estar en forma.
Esta ruta nos llevará a una atalaya, sin parangón, de la Caldera de Tirajana. Desde la cima de la montaña, tendremos la oportunidad de admirar unas vistas panorámicas muy bellas y gratificantes, después de la agotada subida. Hay que tomárselo con tranquilidad, pero bien merece la pena llegar hasta allá arriba.
El
Papa León XIII, recomendó para recibir el nuevo
siglo (tránsito del siglo XIX al XX), la colocación de la Cruz del
Redentor en las cumbres más altas como símbolo de la cristiandad.
Santa Lucía de Tirajana también
cumplió con ello y colocó la Cruz
del Siglo en Las
Hoyas.
Cien
años después, en los Ojos de
Santa Lucía (conocido también como Los Agujeros), se repite otra ceremonia popular de
conmemoración por el doble cambio (de
siglo y de milenio), con la colocación de otra cruz. Ambas son visibles desde muchos puntos del valle.
La Cruz
del Siglo la confeccionó el carpintero José Hernández con la tea
extraída del techo de una casa vieja de Tunte, propiedad de José Navarro
Sánchez, que la donó para este fin.
Reproducimos un extracto del relato de un vecino, recogido en la prensa local a comienzos de
1901:
«El
día 31 de Diciembre, último del siglo que pasó a la Historia, principiaron los
festejos llevándose en procesión, sobre los hombros de muchos de los habitantes
de este pueblo desde la calle Real hasta la cima de una elevada montaña, una
cruz, el solio del Rey de los pueblos; no podía estar mejor representada la
humanidad siguiendo afanoso su incierto destino a través de los siglos, que por
este pueblo subiendo detrás de la cruz, casi a gatas, por la escabrosa y
escarpada montaña. No amenizó, ciertamente ninguna banda de música; pero no
faltaron las monótonas, y en este instante solemnes, armonías del rancho
de pascuas, esa antiquísima institución musical cuyo origen se pierde en
la noche de los tiempos»